En el estadio de Defensores de Belgrano, el día 2 de mayo, la Confederación General del Trabajo celebró el día del trabajador en un acto multitudinario que tuvo como eje la lectura de un documento de fuerte contenido político. El acto tuvo como objetivo central plantar la posición del sindicalismo ante la grave coyuntura política y económica que atraviesa nuestro país, con unas elecciones presidenciales en puerta que se avecinan de por más complejas para los intereses de los trabajadores.

Por su parte, los trabajadores informáticos nos hicimos presentes en el acto con una nutrida columna de compañeras y compañeros que se concentró en la sede del gremio situado en Avenida de Mayo para partir desde allí con todos los estandartes hasta el Estadio de Defensores de Belgrano, en el barrio porteño de Nuñez. Una vez allí, la columna encabezada por el Secretario General, Ezequiel Tosco e integrada por militantes y referentes del sindicato provenientes de las delegaciones del AMBA (CABA, Zona Oeste, La Plata) se estableció a la espera del ingreso.

Luego de concentrar en las puertas del estadio, sumergidos en la liturgia y la mística propias del acto, se dio ingreso a las distintas columnas presentes. Una vez allí se dio comienzo al acto que se inició con las palabras de  Verónica Scarpato (Aeronavegantes y Secretaria de Deportes de la CGT) a la que le siguieron Carlos Acuña (Estacioneros) y Jorge Sola (Seguros), a cargo de la lectura del documento, que significó el puntapié para que Héctor Daer, Secretario General de Sanidad y miembro del triunvirato que conduce la CGT, diera el cierre.

El documento leído alertó por las graves consecuencias sociales y políticas de la actual configuración económica surgida tras el préstamo del FMI otorgado al gobierno de Macri. En ese sentido, se remarcó la necesidad de un gran acuerdo político y económico entre los principales sectores de la sociedad que, en primer lugar, rediscuta los términos de ese acuerdo con el FMI y se proponga fundar las bases de un proceso de crecimiento económico con inclusión social sostenido en el tiempo.

Del mismo modo, se advirtió por el crecimiento público de las posiciones enarboladas por el ultraliberalismo conservador que avanzan en la discusión pública, planteando una impracticable dolarización que sólo fomentaría más pobreza y desigualdad, la quita de derechos, la concentración económica, el racismo y la represión como principales políticas de Estado.

Quizás uno de los puntos más interesantes y novedosos del documento leído fue el que insiste con defender la vigencia e importancia de la negociación colectiva plasmada en los convenios, actualizando la discusión de los mismos para reducir la jornada laboral, discutir la productividad y la tasa de ganancia de las empresas. La reflexión es sencilla: si el modelo de 48 horas semanales tiene más de 100 años de existencia y la productividad del trabajador aumentó notoriamente desde entonces, ¿por qué no discutir la reducción de la jornada laboral? Haciendo honor a su historia, la CGT se propone como el administrador e intérprete más genuino del conflicto de intereses en nuestro país.

Tras el cierre del acto con el canto de la marcha peronista, las columnas se desconcentraron lentamente en medio de un clima festivo.