Es de público conocimiento lo que acontece en la industria informática en los últimos meses. Este año comenzó con una ola de despidos récord que atravesó a todas las grandes empresas del sector. Sólo en el mes de enero, se produjeron más de 90.000 despidos, equivalente al 37,38% de los despidos de la industria a nivel global durante el 2022, totalizando durante ese año la mayor ola de despidos desde el colapso de las puntocom en 2002. Lejos de detenerse, los especialistas vaticinan que este proceso continuará hasta mediados de 2023.

Día a día esta cifra se eleva, y si bien tiene la capacidad de expresar el profundo malestar que atraviesa nuestra industria, no alcanza para explicar las injusticias que padecen todos los trabajadores que son desplazados de su trabajo, aun habiendo cumplido todas sus responsabilidades, en un contexto signado por la baja de las contrataciones, quedando así librados a la incertidumbre del desempleo y la falta de claridad en las motivaciones que llevan a estas grandes empresas, a “tener que dejar ir a sus talentos”, como suelen decir en sus retóricas cargadas de hipocresía.

El contraste entre los discursos que anuncian crecimiento y desarrollo con ambientes laborales que son “grandes familias que se cuidan mutuamente”, frente a estos indiscriminados y masivos abandonos de personal, son gestos repudiables que dan cuenta de la mentira que subyace en las frases coacheadas con frivolidad por el management empresario que, primero promete crecimiento infinito, contratando trabajadores que no puede sustentar a largo plazo para inflar su burbuja brevemente para luego terminar abandonándolos a su suerte en el primer revés económico.

Lo sorprendente es, además, los modos tan desdeñables que utilizan con sus trabajadores: desde una campaña de correos masiva, a publicaciones en su web oficial, muchas veces sin mediar preaviso, ni charlas previas con el trabajador, demostrando una vez más que su primer variable de ajuste son aquellos quienes fueran sus únicos creadores de valor, los trabajadores.

Cabe reflexionar sobre lo evidente: si el masivo fly to quality de los grandes capitales de inversión y la tendencia de esta ola de despidos que viene en crecimiento durante los últimos meses, ¿cómo es qué empresas como Mudafy que de la noche a la mañana “desvincula” el 70% de su personal, hasta hace unas semanas estaba festejando las ampliaciones de equipo y las buenas perspectivas del corriente 2023? Está claro que decisiones de esa magnitud, movilizadas por el sacrosanto imperativo de rentabilidad, están planificadas con varios trimestres de anticipación.

Un caso similar es el de Salesforce, que mientras anuncia despidos de un total de 7000 trabajadores para reducir costos, realiza shows de bandas como los Red Hot Chilli Peppers y movilizar decenas de ejecutivos a Hawái en avión para plantar árboles y reducir la huella de carbono. Esto se suma a que desde hace meses buscamos entablar un diálogo formal con estas y otras empresas, pero la respuesta es hostil al diálogo. Además, se niegan a reconocer nuestras afiliaciones y nuestra representación gremial pretendiendo bloquear el derecho de sus empleados a la acción sindical, un derecho contemplado en la Constitución Nacional.

⚠️ Estado de alerta y pedido de audiencia

Desde la AGC tenemos el compromiso y la responsabilidad de construir la representación y defensa genuina de las trabajadoras y los trabajadores informáticos, es por esto que este lunes hemos presentado en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social un total de 15 de pedidos de audiencia a las distintas empresas que han despedido de forma arbitraria, masiva, y sin previo aviso a sus trabajadores para que den las debidas justificaciones.

Por este motivo, los trabajadores agrupados en AGC en representación de la industria informática nos declaramos en ESTADO DE ALERTA hasta que se regularice la situación expuesta. Exigimos que todos los responsables se hagan cargo respondiendo al dictado de audiencia ante el Ministerio de Trabajo: Salesforce, Tienda Nube; Wabi; Kavak; Etermax; Digital House; Ualá; Lemon Cash; Bitso; Workana; Buenbit; VTex; Fluke; Ebanx y Mudafy.

Esperamos que estas compañías cumplan con sus obligaciones y se apresten a entablar un diálogo en su convocatoria al ministerio para avanzar en soluciones que sean virtuosas para los trabajadores y para la industria.

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